La mayoría de nosotros usamos el mouse todos los días para manejar nuestros
equipos en el trabajo o en casa. El mouse
es una herramienta que nos facilita la movilidad y la navegación por el equipo,
pero puede tener algún otro efecto más si no lo usamos adecuadamente.
Todos
los mouse que encontramos en el mercado
están diseñados y pensados para hacernos la vida más cómoda y adaptarse
perfectamente a nuestro cuerpo y los movimientos que nuestra mano realiza. Su
función es esta, pero después de llevar largas horas sentados y trabajando con
este instrumento podemos sufrir algunos trastornos y molestias.
Todos
nosotros cuando utilizamos el mouse
forzamos a las articulaciones de la muñeca para que levanten la mano hacia
arriba, con lo que mantenemos una postura que no es la natural de nuestro
cuerpo. Si aguantamos este movimiento durante horas es muy posible que acabemos
con la articulación dolorida y cargada. Además si seguimos con esta rutina
diariamente sin hacer nada para aliviar la articulación podemos sufrir
tendinitis y otras dolencias provocadas por una sobrecarga muscular.
En el
peor de los casos estas lesiones pueden derivar en una enfermedad más seria, el
llamado Síndrome del túnel carpiano, en el que el nervio mediano, que abarca
desde el antebrazo hasta la muñeca, se presiona o se incrusta en el túnel
carpiano al nivel de la muñeca, y se manifiesta mediante calambres,
entumecimiento de la mano… Para evitar esto es importante calentar la muñeca y
acostumbrarla al ejercicio que vamos a realizar.
Aunque realmente lo
importante es descansar cada cierto tiempo. Para ello levantaremos la mano
del mouse y realizaremos movimientos
suaves con ella. Lo aconsejable es no mantenerla siempre en la misma posición.
Pero no solamente puede ser esta la solución, sino que nos podemos ayudar de
alfombrillas especiales que tienen un saliente de silicona donde apoyaremos la
muñeca evitando doblarla, aunque este tipo de ayudas limitan el movimiento y en
ocasiones resultan incómodas.
Una buena solución al mouse es la utilización de una tableta gráfica
sobre la que nos desplazaremos con un puntero a modo de bolígrafo, evitando la
acumulación de presión en la muñeca y por lo tanto las lesiones. Aunque también
podemos recurrir a otro tipo de medidas para evitar el uso del mouse, como la utilización de pantallas táctiles
que cada vez está más extendida, o de equipos que reaccionan con la voz del
usuario…
A pesar de todo, es importante que mantengamos una serie de medidas
y adoptemos por norma el descanso y el cambio constante de postura para evitar
lesionarnos una parte del cuerpo que es delicada por naturaleza. A partir de
ahora tenemos que dar más importancia a algo que realmente la tiene y que si no
reparamos en ello puede traernos graves consecuencias.